sábado, 1 de junio de 2013

Nos libramos

Te perdiste mis mejores años,
me libré de tus peores.
Cada mañana perdida guardaba madrugadas para renacer,
el viento soplaba en contra y la terca vela nunca se dejó caer.
Nada puede verse como mejor o peor, no existen los arrepentimientos
Sólo la concluida idea de saber que me terminaste perdiendo.

No fue necesario que me cuentes que pasó
bastaban las miradas esquivas
ese teléfono que falsamente se dañó.

Si existe un gozo en el fin,
podría ser esa risa avergonzada
de ver el tonto show que dramatizas
cada vez menos sincero
un libreto en el que el único ingenuo es el otro
ese que paga tus platos rotos
cada vez que desnudas
a tu vida aburrida.

Aún, vagamente me pregunto,
qué cosa había en mi cerebro por esos tiempos
qué cosa fuera yo ahora

Pero, ya,
dejémoslo ahí
que para malos ratos
ya tuvimos suficientes
y este poema solo
intenta decir de manera educada
lo bien que hoy me siento, sin ti.

















No hay comentarios:

Publicar un comentario